Devocional -Proverbios 17-

Ayer hablábamos sobre nuestro corazón y cómo este influye en las decisiones que tomamos. Pero ¿qué sucede cuando le preguntamos a Dios qué hacer, cómo hacerlo y de todas formas pasamos por momentos difíciles? o ¿qué pasa si yo no sabía que tenía que seguir lo que Dios me decía y ahora ya tengo en un problema y la estoy pasando mal? En la Palabra encontraremos lo siguiente:

En el crisol se prueba la plata y en el horno se prueba el oro

pero al corazón lo prueba el Señor.

-Proverbios 17.3-

Sin importar las decisiones que hayamos tomado, sean buenas o malas, todas las puede usar Dios para perfeccionarnos. Claro, este no es un proceso sencillo, sin dolor y que termine en poco tiempo, sino todo lo contrario. La imagen que ves es lo que leíste en la Palabra llamado Crisol. Su función principal es contener la plata mientras entra al horno para ser purificada. Este es el proceso que muchos de nosotros llevamos cuando afrontamos situaciones complicadas. En el caso de la plata, el artista no quiere quemarla y mucho menos dañarla, porque perdería completamente su valor. Pero si es necesario que sean quitados todos los minerales que la hacen ver sucia y opaca, porque con ellos tampoco tiene valor.

En el libro de Isaías, capítulo 48, encontramos que el pueblo de Israel había traicionado nuevamente a Dios y se había endurecido su corazón. Sin embargo Dios les dice que él les ama y que aún con esto no los destruirá. No obstante les dice "He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción." Estos dos son el mismo crisol del que leíamos antes, son esas situaciones que si sabemos valorarlas y aprender de ellas nos harán más sabios, más fuertes y más parecidos a lo que Dios tiene en su corazón para nosotros. No es que Él quiera torturarnos, matarnos de tristeza o sufrimiento, al igual que al artista, si nos quema no serviremos; pero también si tenemos un corazón duro, lleno de amargura, ira, tristeza y contienda tampoco le somos útiles. Seamos pacientes y aprendamos de aquello por lo que estamos pasando. Siempre recordando que "Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones." Salmos 46.1